Enfermedades por geopatías

El punto geopático actúa como foco de sobrecar­ga alterando nuestro campo magnético, debido a que en él se acumulan isotopos radioacti­vos que emiten tres tipos de radiación; partículas alfa, partículas beta y rayos gamma. Que inciden directa­mente sobre los átomos de nuestras células y los ionizan al expulsar electrones de sus capas externas. Este efecto puede lesio­nar o destruir nuestras células.

Antes de producir enferme­dades graves, agota nuestros sistemas de regula­ción, produce inflamación y aparecen diver­sas disfunciones como insomnio, cansancio, dolores de cabeza y articulares, problemas circulatorios, taquicardias, baja de defensas, nerviosismo, irritabilidad o depresión. Y tras ellas las enfermedades.

Los bebés que lloran por la noche sin motivo aparente y los niños que padecen muchos resfriados, faringitis o amigda­litis acostumbran a tener la cama en un mal lugar.

Las geopatías producen inflamación y pérdida de minerales, oligoe­lementos y vitaminas. Dificultan la elimina­ción de toxinas y terminan produciendo lesiones en los órganos afectados.

Las patologías pueden empezar con:

Nerviosismo, irritabilidad, ansiedad, di­ficultad para dormir, insom­nio, pesadillas, sudoración, rinitis, amigdali­tis, bronquitis, asma, cansancio, irritabilidad, parestesias en manos y pies, calambres o dolores articulares sin causa apa­rente, palpitaciones, arritmias, rechinar de dientes, migrañas, mareos, neuralgias, artrosis, astenia, depresión, agresividad, pérdida de memoria, dificultad de aprendizaje, neblina mental, etc.

Y a la larga pueden desencadenar en:

Problemas circulatorios y cardíacos, afectación del sistema inmune, electrohipersensibilidad electromagnética (EHS), agotamiento crónico, ideas suicidas, desdoblamiento de la personalidad, esquizofrenia, crisis de pánico, esclerosis múltiple, enfermedades auto­inmunes, enfermedades degenerativas y neurodegenerativas o cáncer en cualquiera de los órganos por donde pasa la radiación.

¿Hablamos?
¡Hola!